MISTERIOS, POR FIN RESUELTOS (Parte 3)

1. Las esferas de Klerksdorp
Las esferas de Klerksdorp fueron hallados por mineros en Ottosdal (Sudáfrica) sobre estratos Precámbricos de hace 2.800 millones de años, están hechas de pirita, sus medidas oscilan entre los 2 y 10 centímetros de diámetro y se llegaron a encontrar más de 200. Algunas de estas esferas se encuentran exhibidas en el museo de Klerksdorp.
Se dice que estas son cuerpos esféricos perfectos, duros como el acero y que pueden dividirse en dos tipos: unas son de un metal sólido de color azulado con manchas blancas, y otras son huecas y repletas de un material esponjoso blanco.
Este misterioso suceso fascinó a más de uno, y a raíz de esto, según información que circula por Internet, se han realizado experimentos para tratar de explicar tal fenómeno.
Se dice que el Instituto Espacial de la Universidad de California, tras varios análisis llegó a la conclusión de que:
"El equilibrio era tan perfecto que excedía cualquier tecnología de medición."
A esto un investigador de la NASA añadió:
"El único modo para crear un objeto similar, si existiese la tecnología, sería a gravedad cero."
Explicación:
La verdad en este misterio hay información falsa añadida por los internautas pues estas esferas no son perfectamente redondas. Muchas son achatadas en los polos y tienen imperfecciones en su relieve. Con respecto a su dureza, no son tan duras como el acero. En realidad, la dureza del acero depende de su aleación y  por si fuera poco, la NASA  nunca las examinó.

Lo cierto es que estas esferas son obra y gracia de un proceso natural llamado concreción, el cual consiste en la acumulación en el seno de una roca de sustancias transportadas en disolución por el agua que posteriormente se endurecen. Dio la casualidad que, por diversos factores naturales en el proceso, las esferas quedaron ornamentadas como si hubieran sido producto de un ser inteligente.


2. El Niño Desconocido del Titanic
Días después de que el Titanic se hundiera el cuerpo de un bebé fue encontrado y recuperado en el Atlántico Norte.
Debido a que el niño no pudo ser identificado el cuerpo del bebe fue enterrado en Nueva Escocia con una lápida que simplemente pone ' el Niño Desconocido’.  

Explicación:
En 2001 se concedió a investigadores en la Universidad Lakeland en Ontario el permiso de exhumar el cuerpo. Consultando la lista de pasajeros habían reducido la identidad posible a cuatro niños Gosta Paulson, Eino Panula, Eugene Rice y Sidney Goodwin. Las pruebas iniciales concluyeron que el cuerpo era el de Eino Panula. Sin embargo, en 2007 se descubrió que esto no era cierto. Pruebas de ADN más avanzadas fueron realizadas sobre un diente del cuerpo y cuando fue comparado con el ADN de una pariente viva de Sidney Goodwin, se llegó a una prueba indiscutible: se confirmó que ' el niño desconocido ' era Sidney Goodwin.  Sidney era la más joven de seis niños de Fred y Augusta Goodwin de Fulham, Inglaterra e inmigraban a las Cataratas del Niágara Nueva York (todos estaban a bordo). Ni los padres de Sidney ni los cuerpos de sus hermanos fueron recuperados. 



3. El Incidente Tunguska
El evento de Tunguska fue una explosión aérea de muy alta potencia ocurrida sobre las proximidades del río Podkamennaya en Tunguska (Siberia, Rusia), el 30 de junio de 1908.
El bólido, de unos 80 metros de diámetro, detonó en el aire. La explosión fue detectada por numerosas estaciones sismográficas y hasta por una estación barográfica en el Reino Unido debido a las fluctuaciones en la presión atmosférica que produjo. Incendió y derribó árboles en un área de 2.150 km², rompiendo ventanas y haciendo caer a la gente al suelo a 400 km de distancia. Durante varios días, las noches eran tan brillantes en partes de Rusia y Europa que se podía leer tras la puesta de sol sin necesidad de luz artificial.
La energía liberada se ha establecido, mediante el estudio del área de aniquilación, en aproximadamente 30 megatones. Si hubiese explotado sobre zona habitada, se habría producido una masacre de enormes dimensiones. Según testimonios de la población que lo vio caer, «brillaba como el Sol». Informes del distrito de Kansk (a 600 km del impacto), describieron sucesos tales como barqueros precipitados al agua y caballos derribados por la onda de choque, mientras las casas temblaban y en los estantes los objetos de loza se rompían. El maquinista del ferrocarril Transiberiano detuvo su tren temiendo un descarrilamiento, al notar que vibraban tanto los vagones.
Muchos han lanzado hipótesis sobre la causa de esta tremenda explosión que van desde  la caída de un OVNI, cometas de hielo, antimateria, agujeros negros y hasta el rayo de la muerte de Nikola Tesla.
El principal problema para descubrir qué pasó en Tunguska fue que las investigaciones se realizaron años después del incidente. El gobierno zarista quiso hacerlo pasar por una “advertencia divina” contra la agitación revolucionaria en curso, por lo que no sería hasta 1921, ya durante el gobierno de Lenin, cuando la Academia Soviética de Ciencias envió una expedición a la zona dirigida por el minerólogo Leonid Kulik.

Explicación:
Finalmente, en 2009 científicos de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, concluyeron que todo fue obra de un cometa.
Cuando los habitantes vecinos a la zona de Tunguska dijeron que las noches fueron muy brillantes, estaban diciendo, sin saberlo, la clave del misterio. Se trataba de nubes noctilucentes, también conocidas como nubes mesosféricas polares, un fenómeno meteorológico descubierto recientemente que todavía no se comprende del todo. Estas nubes están formadas por partículas de hielo y sólo se producen a grandes alturas y temperaturas extremadamente bajas. Cuando el sol del crepúsculo se refleja en ellas, producen un efecto de luz brillante.
Lo cierto es que estas nubes se formaron al día siguiente de la explosión en Tunguska debido a que lo que se estrelló allí fue un cometa de hielo. Al explotar en el aire, no dejó ningún cráter ni fragmentos en el suelo y su helado núcleo formó las dichosas nubes fosforescentes.
Algunas pruebas recientes indican que muchas nubes noctilucentes de la actualidad son resultado de la congelación del agua expulsada por los Transbordadores Espaciales en su despegue. Dado que en 1908 no había transbordadores espaciales, es fácil concluir que se trató de un cometa.



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