Las primeras apariciones de estos
diseños fue en el año 1976 en
Southampton, Inglaterra. Esto siguió así durante unos años, hasta que el fenómeno llamó la atención a
nivel nacional y rápidamente comenzaron a aparecer gran cantidad de los mismos
en Europa y Estados Unidos, cada vez con patrones más complicados. Inmediatamente,
una gran cantidad de (autollamados) expertos en lo paranormal los atribuyeron
a extraterrestres.
Explicación:
Quince años después de los primeros
círculos, Doug Bowler y David Chorley admitieron haberlos hecho e, incluso,
dieron una lista detallada del por qué ellos eran los responsables.
Pero, ¿por qué se decidieron a contarlo?
Resulta que la esposa de Bower se dió cuenta del enorme kilometraje que
tenía el auto de su marido, y, obviamente lo acusó de tener un affaire con otra
mujer. Él, entonces, tuvo que admitir que, junto con Chorley, se había dedicado
a realizar diversos viajes a sembríos, cada vez más lejanos, para realizar los
famosos círculos que estaban en boca de todos, por el simple hecho de
sacar de quicio a los agricultores. Tras una charla con su amigo,
ambos decidieron que la broma había llegado demasiado lejos y acudieron a los Diarios contando su historia
y hasta demostrando cómo los realizaban ante los periodistas, usando,
simplemente, tablas y sogas.
Y ahora viene la parte misteriosa: después
de haber revelado el origen de este fenómeno, Bower y Chorley fueron casi
totalmente ignorados. Después de todo, no confesaron sobre todos los círculos.
Otras pruebas del fraude:
En el año 2002, la revista
Scientific American publicó el artículo de un hombre llamado Matt Ripley que
admitió haber realizado, casi sin ningún esfuerzo, una gran mayoría de los
círculos más conocidos en Norte América. Para probar su autoría, dio una
gran cantidad de detalles sobre los hechos y métodos (bastante más complejos
que los usados por Bower y Chorley ) utilizados para sus creaciones.
En 1997, el astrónomo Carl Sagan
llegó a la conclusión de que no había ninguna prueba de que extraterrestres
hubieran intervenido en la elaboración de los mismos.
En 1999, Andrew Collins(experto en física y ferviente investigador de lo
paranormal) concluyó un estudio de dos años de duración sobre este fenómeno,
realizado a nivel global, que enunciaba que más del 80% de los círculos eran
con total seguridad obra de seres humanos.
La identidad de 'Jack el Destripador'
La identidad de 'Jack el Destripador' ha
desconcertado a criminólogos durante más de un siglo. Sin embargo, gracias a
unas pruebas de ADN, por fin se conoce quién fue en realidad el asesino en
serie más conocido de la historia.
Este misterio empezó el año 1888 cuando un
hombre asesinó a cinco prostitutas en Londres y envió una carta a la Policía
que firmó como 'Jack el Destripador'. Aficionados
e investigadores han tratado durante años de determinar la verdadera identidad
de este asesino, pero tras 126 años de búsqueda, por fin se ha resuelto el
misterio del asesino en serie que ha inspirado un gran número de obras de
ficción.
Explicación:
Las pruebas a unas muestras de ADN hallado en
un chal que se encontró junto al cuerpo de Catherine Eddowes, una de las víctimas,
han podido confirmar la verdadera
identidad de 'Jack el Destripador', el cual sería un hombre llamado Aaron
Kosminski.
Pero, ¿Quién fue Aaron Kosminski?
Fue un judío nacido en Polonia, perteneciente en ese entonces al imperio ruso, y que emigró
en 1882 a Londres, donde trabajó de peluquero. Investigadores señalan que tenía
23 años cuando cometió los asesinatos y además era esquizofrénico. Fue
internado en un centro psiquiátrico y murió allí a los 53 años.
Con el
misterio resuelto, quedan descartados el resto de los sospechosos de
cometer los asesinatos, incluyendo a Lewis Carroll, autor de 'Alicia en el País
de las Maravillas'; el príncipe Albert Víctor, nieto de la reina Victoria; o el
pintor Walter Sickert..
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